Fui a Etchojoa y no me quisieron vacunar, me dijo una amiga con algo de tristeza en su voz, pero no mayor a la frustración.
-…y es que cuando me formé dicen: que pasen primero quienes tienen alguna discapacidad, yo ando en silla de ruedas por mi cadera como bien sabes, me narraba por audios de whatsapp, -… y al llegar con las personas que atienden había alguien grabando y le digo » a mí no me grabes por favor» me piden mi credencial de elector y se las muestro y al ver que mi domicilio está en Cajeme me dicen: -no podemos vacunarla porque corresponde a Cajeme.
En ese momento me lleno de frustración me decía mi amiga, y me resaltaba » soy adulto mayor, estoy en silla de ruedas, asistí al horario establecido y NO ME QUISIERON ATENDER»
Más tarde me grababa audios de nuevo y me dijo: -…«Estoy viendo a la Claudia Rodrígez en la tele, ¿y sabes qué dice?…-que sobraron mil vacunas y que las mandaron a no sé dónde.»
…y es que como le explicas a nuestros adultos mayores, que como consecuencia de esta pandemia, fueron el grupo más amenazado, vulnerable, tuvieron que aislarse, dejar de ver a sus hijos, a sus nietos, a los amig@s que a veces les echaban una mano, dejaron de hacer sus propias compras que les servían de distracción y para mantener su autoestima sintiéndose capaces, funcionales, útiles, para pasar a ser personas aisladas, obligadas a utilizar tecnología como video llamadas, o redes sociales que no pensaban agregar a su vida para poder enviar señales de que seguían vivos o conformarse con recibir víveres por las rejas de sus portales en casa o peor aún ver a sus seres amados cubiertos con trajes especiales, tapados sus rostros con los cubre bocas sus y lo suficientemente lejos para que sus brazos no los alcanzaran con un abrazo con un apretón de manos que les transmitiera su amor.
Me resulta increíble que nuestro México no haya podido planear una estrategia que les regresara a ellos a nuestros adultos mayores, a la brevedad lo más cercano a una seguridad de salud.
No se lo merecen, son sus ahorros, es su trabajo lo que le permite a este país funcionar al día de hoy, muchos de ellos siguen siendo mano de obra laboralmente activa, fueron sus luchas, su resistencia lo que ha creado el México que tenemos hoy y no hemos sido capaces de regresarles un poco de lo que les corresponde, como tampoco lo hicimos con el sector salud cuando al inicio de la campaña le arrojaban café a las enfermeras en la calle porque pensaban que eran el sinónimo de muerte caminando; corrieron a médicos de sus departamentos «para que contagiaran a los demás» y no se hacía nada para agradecerles que sus vidas fueron de las primeras en acabarse por luchar para los demás.
Que desalentador resulta que Cajeme siga sin fecha para recibir vacunas.
¿Qué le responderías tú a tus padres, a tus amig@s que te llamen y te escriban diciéndote «fui a Etchojoa y no me quisieron vacunar»?